Una puerta abierta a la imaginación

Número 80

Arcos de Casanaré: La música clásica

               se funde con la llanera

                                                                                               






















Llegar a Yopal es de por sí una experiencia sensorial maravillosa: la puerta al llano es cuna de innumerables  especies vegetales que con sus formas caprichosas y ostentosas bajan de la cordillera para bañarse en las cascadas de las planicies, y es desde ahí donde se comienza a sentir la música llanera con las llanuras gigantescas pobladas de aves e insectos que dan sus propios conciertos nocturnos que abruman y deleitan los sentidos, acompañados por un cuatro aquí, unas maracas allá o un arpa más allá.  En Yopal, en medio de esta exuberancia natural y cultural, entrevistamos a la maestra Claudia Calderón quien nos contestó algunas preguntas sobre su quehacer musical en esta parte de Colombia. “Arcos de Casanare” es el nombre del grupo de música clásica integrado por niños y jóvenes de Yopal que Claudia Calderón ha creado. Muchos se podrían preguntar, ¿qué papel juega la música clásica en un ambiente musical tan rico como el del llano? La respuesta nos la da la esta pianista y compositora, quien llegó a Yopal con una misión muy concreta en mente: que la música clásica vibre también por los llanos.



Pregunta: ¿En qué consiste el proyecto “Arcos de Casanare”?


CC: Se trata de la creación de una orquesta sinfónica, filarmónica para Yopal y el Casanare, con niños, jóvenes y algunos adultos, de todos los extractos sociales. En este momento tenemos entre 20 y 25 niños que ya están estudiando violín, viola, violoncello, trompeta, corno, trombón, percusión; algunos tocan cuatro, otros están estudiando piano, y de esta manera estamos integrando a una cantidad de jóvenes a la posibilidad de aprender otros instrumentos  y conocer otras culturas que los lleven un poco más allá del horizonte de la cultura llanera que tiene tanta fuerza y tanta vitalidad en esta región. Esto es casi una garantía de talento, pero pensamos que se necesita ampliarlo para ofrecerle un lenguaje universal que pueda llevar al Casanare a otras latitudes y a otros continentes.


Pregunta: A nivel musical, ¿cuáles son los proyectos?


CC: Uno de los ideales que estamos trabajando es la creación de nuevo repertorio, basado precisamente en las tradiciones llaneras. Hasta ahora se ha realizado muy poco el trabajo de joropo a nivel sinfónico y pensamos que ese es uno de esos potenciales que tienen los niños y los jóvenes aquí, ya que conocen tan profundamente la tradición, pero el ejercicio de la música sinfónica les permite hacerlo de manera colectiva, de manera masiva, entonces ese es un fenómeno muy interesante.


Pregunta: ¿Es esta una nueva experiencia para Yopal?


CC: En años anteriores supe que hubo una banda sinfónica en la ciudad de Yopal. Una de las principales diferencias a destacar es que una banda consta de instrumentos de viento y percusión, en cambio en una orquesta filarmónica, su corazón y su columna vertebral son los arcos. Por eso hemos decidido fundar nuestro proyecto con el nombre “Arcos de Casanare”, para poder crear ese corazón que está en los violines, las violas, los violoncellos y todos los instrumentos que se pueden sumar como gotas de agua en un solo instrumento.


Pregunta: ¿Por qué desarrollar este proyecto en el Casanare?


CC: Casanare es un sitio que geográfica e históricamente es crucial para este trabajo porque no solamente es una de las ciudades más importantes de toda la Orinoquia colombo-venezolana, donde confluyen también los caminos de la Ruta Libertadora, por donde pasó Simón Bolívar para entrar Boyacá y crear toda la campaña libertadora, sino que también es uno de los puntos más importantes de conexión entre los Andes y los Llanos. Antiguamente, Casanare y Boyacá eran un solo departamento, de manera que el vínculo entre Yopal y Sogamoso es muy grande y nos crea un enlace de todo lo que es la cultura andina, la cultura llanera y nos abre el horizonte de la Orinoquia y también el de Venezuela.


Pregunta: ¿Cuál es el principio pedagógico de “Arcos de Casanare”?


CC: El principio pedagógico que estamos aplicando es el de la enseñanza colectiva. Los niños aprenden de una manera muy motivada cuando están reunidos y cuando en pocos días pueden ver el resultado de lo que pueden hacer con pocas notas, combinándolo con sus compañeros, con sus amiguitos, en ejercicios de trabajo, de lectura, que también son un poco lúdicos y que también se nutren de la música tradicional y de ritmos llaneros o de ritmos colombianos y folclóricos, pero que los van llevando a ellos a un trabajo de comunidad y de aprendizaje en grupo, que es algo que los desarrolla mucho más rápido. Hay algo también muy importante y es que se trabaja en espacios donde se pueden reunir y para ello hemos observado que en Yopal existen muchos colegios que disponen de pequeños salones de actos, pero francamente lo que está haciendo falta en esta ciudad que ya tiene tanto crecimiento es un auditorio donde pueda caber verdaderamente una orquesta sinfónica, donde puedan caber un grupo de danza, un grupo de teatro, que tenga toda la infraestructura que permita traer espectáculos internacionales y que esto de alguna manera nutra todo el diálogo de la región con el mundo


Pegunta: ¿Cómo sintetizarías la cultura llanera?


CC: La cultura llanera sintetiza con su música y su baile nuestros propios orígenes como pueblo y nación. En las maracas vemos la tradición indígena, en el arpa, junto con el cuatro y la bandola, la influencia europea.                                                                                                              

Pregunta: ¿Cómo ves la cultura llanera en un contexto global?


CC: La cultura, como sabemos, puede tener un carácter local o regional, nacional y universal. La cultura del Casanare está ya inmersa en la geografía de Colombia y a punto de mostrar al mundo su carácter universal. Se necesita para ello más difusión, ampliar su cubrimiento a través de los medios de comunicación y de los escenarios apropiados para su presentación, entre ellos un auditorio que sirva como centro de difusión de las diferentes manifestaciones culturales de la región, tales como la música, la danza y el teatro y que sirva como punto de encuentro nacional internacional.  


Pregunta: ¿Cuál es el objetivo final de este proyecto?


CC: El límite de este proyecto es nuestra propia imaginación. Parecería como un sueño si no tuviéramos aquí una cultura de categoría mundial, lista a compartir escenario con lo mejor del planeta. Tenemos los grupos locales, en crecimiento, evolución y consolidación. Tenemos al resto del planeta. Solo nos falta el escenario.


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Estas fueron las palabras de esta consagrada pianista y creadora de orquestas filarmónicas, cuyo excelente trabajo también conocimos en Villa de Leyva. Lo que más me impresionó en Yopal fue ver la dedicación de niños y niñas, que desde muy temprana edad están aprendiendo a tocar instrumentos de música clásica con una soltura y versatilidad únicas, ¡y sirviendo los unos a los otros de maestros!


Auguramos muchos éxitos para este maravilloso proyecto y ojalá que las autoridades culturales se apropien igualmente de él y le den el escenario apropiado para que los “Arcos de Casanare” retumben por los llanos y el mundo entero.


Tomado de Gaceta Republicana

Mario Lamo Jiménez